miércoles, 27 de julio de 2011

BUEN TRABAJO

No es que no supiera nada, pero no tenía la intención de hacer precisamente un trabajo en In Desing contigo, era algo más. Desde que puse la mirar en ti, me interesaste bastante, me gusto tu cabello, un poco largo y la forma en que se te acomodaba, tus lentes, la forma en como te comportabas en clase, entre otras cosillas de tu persona que ya había descrito con tan solo observarte.

Me costó averiguar tu nombre, no quería preguntártelo directamente por que no creo ser tan lanzado aun, hasta la segunda clase que paso lista la maestra pude poner atención y escribirlo “correctamente” pero no sabía que la X funcionaba como J en castellano como lo dices tú. Te busque en Facebook para tener el primer contacto pero no lo logre, esa X=J no me dejo.

Eres puntual y eso me acarreo a llegar con retardo a la clase solo para sentarme a tu lado, ahora el problema estaba en como poder entablar conversación contigo.

-¿Sabes si este documento lo subirá a la página del grupo?- pregunte

-¡No!, dijo que tomáramos apuntes porque no lo piensa subir…

Fue fácil, y lo único que me quedo fue esperarte al final de la clase para seguir conversando; entonces, palabra que utilizabas me interesaba cada vez más.

Empezaron los mensajes y con ellos segundas intenciones, nunca fueron malas, pero no dejaba de haber interés en ellos. Tampoco se por qué nunca tuvimos la oportunidad de acercarnos más como personas, nuestras actividades cotidianas no concordaban, hasta que la profesora dijo:

-Bueno muchachos, entonces el próximo viernes entregan su trabajo final-

-¿Te queda bien el martes?- preguntaste

-Sí, yo te mando un mensaje, o te marco- respondí, pero aún no lo consideraba como un hecho.

Te espere en la iglesia donde habíamos quedado ya por mensaje, me llevaste a tu apartamento, conocí a tus roamings, como los manejaste, agradables chicos. Comenzamos a trabajar pero la verdad no entendía aun el programa, tú comenzaste a desesperarte un poco, hasta que te dije que comiéramos algo y luego continuáramos.

La comida no fue de lo mejor, pero la conversación era amena, te conté mis mejores historias en el mundo de la danza y te parecieron interesantes, hasta dijiste que parecía película. De nuevo comenzaste a trabajar mientras yo descansaba en el sofá; solo te observaba y después de un rato tome lugar a tu lado para completar el día.

-Te acompaño- dijiste

-¡Esta bien!- conteste

Pasaste a tu habitación y me tome la libertad de seguirte y acomodarme en tu cama.

-Por qué no me ofreciste descansar aquí

-¿Quieres descansar?- preguntaste enseguida de mi comentario

-Te puedo hacer un espacio, no soy tan egoísta- comente

Volteaste el rostro como dudando la situación, tu sabias cuales eran mis intenciones y las aprovechaste; dejaste que la situación siguiera, me diste la espalda y solamente te abrace, hice algunos comentarios absurdos, que como yo sabía solo se iban a quedar en comentarios. -¿Crees que algún otro día podamos salir al cine, al teatro o algún otro lado?-. Me diste la cara, quería probar tus labios, pero mi mente me decía que no me ibas a reaccionar; aparte no estaba tan seguro de querer estar contigo y menos, volver a estar en contacto con otro cuerpo, tocarlo y dar alguna caricia que hiciera revivir la sensualidad que recorría mi cuerpo. No me daba miedo, pero te encargabas minuciosamente de cada parte de mi cuerpo; y eso me erizaba la piel, y entonces si temía… poco a poco fuiste tomando el control de tu cama, de mi cuerpo y paso lo que tanto espere todo el curso.

Te encargaste de besar en todo momento, tal como siempre lo había pedido alguna vez, tus caricias eran nobles y no malintencionadas, jamás morbosas; eso hizo sentir el momento agradable. Notaste mi rostro preocupado y no te quedaste con la duda, me preguntaste que qué pasaba, si me arrepentía de algo, y no trate de responder, solo me pasaba por la cabeza la situación cuerpo-cuerpo que había tenido hace momentos contigo…

-Bueno, se hace tarde- comentaste

Comenzamos a vestirnos y salimos de la habitación.