viernes, 11 de enero de 2013

Alex Eduardo Rangel Villa



Es raro volver a escribirte y sobre todo pensar que te diaria en esta carta, es como la segunda parte de la película... o como algún reencuentro fallido para saber que ha pasado con nuestras vidas (aunque mucho sé de la tuya) o literalmente para que nunca dejes de leerme. Hace poco tiempo me ha entrado la osadía de estar nuevamente al pendiente de ti, de saber cómo estas y de que tengas lo necesario para no recaer (aunque sé que de eso se encarga tu mamá), y enserio es inevitable a veces detener esas preguntas en mi cabeza; pero que hago si eres una de las personas que me gustaría estuviera presente antes de que mi ser desaparezca, no sin antes mencionar lo feliz que hizo mi vida...

Sé que hay ocasiones que imagino de mas, o que me vuelo la barda con lo que escribo, pero me gusta mucho escribirte, siento que es la parte donde puedo disfrutar de tu compañía y en donde realmente puede que me pongas atención. Extraño tanto a la persona con la que solía reírme casi de todo lo que salía de su boca, con la que podía pasar la tarde sin aburrirme y donde el correr del reloj no importaba en lo mínimo. Sentirme acompañado, protegido y por qué no, sentir que alguien entendía por fin, la profundidad de mis suspiros. No es que siga enamorado de ti, es que sigo enamorado de muchas cosas de ti, situaciones y momentos que determinaron la palabra "relación" entre dos personas.

Es así como logre continuar con mi propia historia de la vida, aprendiendo a valorar, a comenzar siempre por el principio y a conservar lo que sirve para tu propia experiencia. Saber que los tres tiempos verbales: pasado-presente-futuro, son literalmente momentos diferentes y que cada uno tiene su propia importancia. Trato realmente de seguir adelante, sin agarrar el pasado, sin mirar atrás; avanzo queriendo olvidar pero sin parar de recordar; que locura no?, y a pesar de eso el presente lo disfruto más de lo que solía llevarlo hace unos dos o tres años, aunque confieso.... me canse de buscar a tu reemplazo, y finalmente aunque lo encontrara, sé que no pasara de nuevo, las cosas pasan por algo y solo una vez, acaban y por mucho que te esfuerces no sentirás lo mismo, no entregas dos veces lo que ya diste de corazón. No es la misma sensación de tener un morrito a tu lado...  Yo espero que este no sea el último capítulo de la historia, y que siga escribiéndote, y lo más importante... que sigas leyendo mis ocurrencias, pero eso no depende de mí, sino de ti...

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